“Yo también me extraño… y estoy aprendiendo a abrazar a la nueva que soy”

Sigo esperando el momento en que vuelva a habitar mi cuerpo. Que yo regrese, para poder decir: “Pude, puedo y podré”, como siempre.

Quiero volver a reír como cuando me daban risa los chistes tontos de mi hermano. Como cuando no me importaban los comentarios externos y vivía bajo mis propias reglas, aunque la gente opinara.

Pero estoy en pleno posparto. Mi bebé tiene tres meses y a veces me hace llorar el simple hecho de respirar.

Mi cuerpo cambió… y mi humor no lo encuentro por ningún lado.

Me veo al espejo y no sé quién soy.

Regrésenme, por favor, porque me extraño.

Y últimamente, la pregunta que más me ronda es:

¿Y si no tengo que regresar a mí?

¿Y si, en lugar de buscar a la mujer que era, tengo que reconstruirme?

Mi vida cambió.

Mis prioridades también.

¡Todo cambió!

Y tal vez a esa mujer que tanto extraño, nada de esto le habría cambiado.

Quizá hoy me toca recoger las piezas y forjar con ellas a una nueva mujer.

Una que se acompañe con amor y apapachos.

Que se cure con un caldito caliente, un curita en el corazón y un poco de ejercicio suave para oxigenar el alma.

Seguro estaré mejor. Pronto.

Con paciencia y compasión, de mí para mí.

Con mi voluntad como armadura…

Y mi bebé como motivación.

Share the Post:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esto tambien te prodría resonar

Berrinches, cansancio, duda... ¿Te suena?

Tranquila. Te regalamos nuestro kit de estrategias reales de mamás que ya pasaron por ahí.

¿Tienes una anécdota, una confesion o un 'grito desesperado' que otras mamás necesiten leer?

En MSC, las historias reales son las que nos unen… y a veces, las que nos salvan el día.