Si pensabas que el embarazo era un desmadre, bienvenida al posparto, donde tu cuerpo parece una bolsa de aire desinflándose y tus hormonas te hacen sentir como en una montaña rusa sin cinturón de seguridad. Un día estás enamorada de tu bebé y al siguiente lloras porque se te acabó el café. Sin cuentos: esto es fuerte, pero pasa.
Tu útero se contrae, tus pechos parecen rocas y la panza sigue ahí como si el bebé se la hubiera olvidado. Pero lo peor es el cóctel hormonal: la caída del estrógeno y la progesterona te deja en un limbo emocional donde puedes pasar de la euforia a la tristeza en segundos. Una dia llore media hora porque mi esposo me trajo exactamente lo que yo había pedido de comer…..¡Si! una cantidad de emociones desbordantes.
¿Cómo sobrevivir sin caer en remedios mágicos? Lo mas básico : sal a caminar sola aunque sea 10 minutos y escribe lo que sientas sin filtros. También es importante pedir ayuda antes de colapsar. Para evitar la depresión posparto, lo real es esto: habla con alguien que te escuche sin juzgar y acepta que no tienes el control y que no tienes que hacerlo todo sola.
Si hoy sientes que no puedes más, respira. Esto no define quién eres ni cuánto amas a tu bebé. Lo estás haciendo increíble y aunque ahora parezca eterno, un día te darás cuenta de que sobreviviste… y de que volviste a ser tú.
